El estudio de las disoluciones es una parte fundamental de
la Química, ya que la mayoría de las cosas están compuestas por una o más disoluciones. No existen casi compuestos puros en la naturaleza, así que el poder caracterizar y
clasificar a ese tipo de mezclas es muy importante, porque nos permite conocer la identidad y cantidad de los componentes, el tipo de reacciones que se pueden producir en
disolución y predecir los efectos que se esperarán en las
propiedades de estas mezclas en comparación con los compuestos puros.
Las mezclas, a diferencia de las sustancias puras, están formadas por dos o más
componentes y se dividen de la siguiente forma:
Las disoluciones químicas son mezclas homogéneas, por lo tanto, corresponden a
la mezcla de dos o más sustancias con una composición uniforme.
La explicación del proceso de disolución se fundamenta en las interacciones
que se establecen entre soluto y disolvente y que son conocidas como fuerzas
intermoleculares
¿Qué son las fuerzas intermoleculares?
Las fuerzas intermoleculares son fuerzas electrostáticas que se establecen entre las moléculas y son las que determinan en qué estado se va a encontrar una
sustancia, además de otras propiedades macroscópicas de la materia como la
temperatura de fusión o ebullición, la solubilidad, etc.
Las fuerzas intermoleculares se pueden separar en tres tipos principalmente, según la naturaleza de las moléculas presentes en el compuesto, como se muestra
en el siguiente diagrama:
La disolución es el proceso donde las partículas de soluto se dispersan de manera homogénea en el interior del disolvente. Para que este proceso ocurra, es
necesario que las fuerzas intermoleculares que se establecen entre el soluto y
el disolvente sean mayores que las fuerzas que mantienen unidas entre sí a las
moléculas de cada uno de ellos (soluto y disolvente) de manera independiente.
Un ejemplo común es la interacción ion−dipolo que se produce cuando mezclamos agua con sal de mesa (NaCl). A continuación, te mostramos gráficamente
cómo ocurre el proceso.
El soluto y su efecto en la disolución
Las disoluciones químicas tienen propiedades que dependen de la naturaleza
del soluto y otras que son independientes de él. Entre las que dependen de la
naturaleza del soluto tenemos el color, el sabor y las propiedades electrolíticas.
Las propiedades electrolíticas son aquellas relacionadas con la conductividad
eléctrica, es decir, la capacidad de un material para permitir el paso de la corriente eléctrica a través de él. El agua pura no tiene la capacidad de conducir
la corriente eléctrica, a diferencia de muchas disoluciones acuosas que sí, por lo
tanto, podemos deducir que la conductividad de la disolución acuosa dependerá
del soluto disuelto, es decir, será este el que determinará si la mezcla es conductora o no. Un soluto que genera una solución acuosa capaz de conducir la corriente
eléctrica se conoce como electrolito.
Fuente: : Pardo, M. (2018). Texto del estudiante Química 2º medio. Chile. Editorial A Impresores
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